Por Clara Sánchez
El miedo es el asesino de la mente, Paul Atreides
Paul (Timothée Chalamet) a sus 16 años, vive atemorizado por los sueños que lo atormentan por las noches, algunos parecen ser premonitorios, otros son aterradoras pesadillas, pero en ninguno se salva de tener que elegir enfrentarse a sí mismo.
Hijo del Duque Leto (Oscar Isaac) de la Casa Atreides y de la sacerdotisa Lady Jessica (Rebecca Ferguson), por las venas de Paul corre sangre guerrera, sin embargo su progenitor instituye la ley del padre y la de su trono desde un gesto de amor profundo en el que le da la libertad de elegir con estas sabias palabras: “un gran hombre no busca liderar, está llamado a ello. Pero si tu respuesta es no, seguirías siendo lo único que siempre necesité que fueras: mi hijo.”
El peor enemigo de Paul es el miedo, al que define como “la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Enfrentaré mi miedo y permitiré que pase sobre mí. Cuando el miedo se haya ido, no habrá nada. Solo yo me permaneceré.” Y será entonces cuando podrá viajar al planeta más peligroso del universo, Arrakis, para asegurar el futuro de su familia y de su pueblo.
Arrakis es la sede de una civilización indígena llamada Fremen, quienes la conocen como Duna y ha sido objeto de una feroz disputa durante generaciones. La humanidad lucha por el control de la Especia, un recurso natural raro, muy valorado y que expande la mente, de ella dependen los viajes espaciales, el conocimiento, el comercio y la existencia humana. Pero los que buscan cosechar la Especia deben sobrevivir al calor inhóspito del planeta, a las huracanadas tormentas de arena y a los monolíticos gusanos de arena, a los que se teme con la misma reverencia que a los dioses.
Dirigida por Denis Villeneuve a partir de un guión escrito por él en coautoría con Jon Spaihts y Eric Roth, –ganador del Oscar por Forrest Gump–, basados a su vez en la novela homónima escrita por Frank Herbert, Dune es una historia que da una vuelta de tuerca a las cintas épicas al poner en el centro temas fundamentales en nuestra realidad contemporánea: las mujeres, el agua, la “fragilidad” de la masculinidad y la mirada hacia oriente.
Paul es el heredero de un gran poderío intuitivo e intelectual que le viene de parte de su madre, perteneciente a las Bene Gesserit, mujeres que representan el aspecto más religioso de la humanidad y son capaces de influir en los acontecimientos, así como de tomar decisiones que ayudan a mantener el equilibrio en el universo. Pero sus habilidades deberán ser validadas por su abuela, la Reverenda Madre (Charlotte Rampling), quien se muestra a disgusto porque estos poderes no deberían haber sido legados a un varón.
Paul le cuenta sus sueños a Duncan (Jason Momoa), su mentor, quien se apresura a responder: “Los sueños son buenas historias, pero todo lo importante sucede cuando estamos despiertos.” Y con ello lo orilla, una vez más, a enfrentar su realidad, esa que le muestra que se aproxima una gran cruzada.
Lejos de lo que hemos visto en otras historias, la fortaleza de Paul no está en su delgado pero bien entrenado cuerpo sino en la fuerza de su mirada y la voz interior para escuchar lo que le dice Lady Jessica y conciliarlo con lo que su instinto le dicta para salvar a su reino.
La vida en Duna toma un valor peculiar, desde las palmeras hasta la dolorosa relación de sus habitantes con el agua: “madre puedes tomar el agua reciclada de nuestro sudor y nuestra lágrimas” le dice Paul a su madre en uno de los diálogos más dolorosos, que después es reforzado con la imagen de un pequeño ratón de la Duna (que nos recuerda al jerbo de orejas largas) que también bebe el agua que rescata de sus propias orejas y por supuesto el oxígeno, ese que debe respirar directamente de un dispositivo.
Los Fremen muestran una fuerte influencia del mundos árabe y hebreo, mismos que en el 2021 nos resuenan y nos hacen resignificarlos, desde la presencia de las túnicas, la voz de sus mujeres, la profunda religiosidad y la creencia del elegido que vendrá a salvar a su pueblo.
Lejos de lo que muchos fans de Star Wars esperaban, Duna es una cinta absolutamente sensorial e introspectiva que invita a un viaje visual y auditivo en el que el espectador poco a poco se va metiendo a la idiosincrasia de la Casa Atreides, del Duque, de las Bene Gesserit, de los Fremen hábilmente liderados por Stilgar (Javier Bardem) y por la feroz guerrera Chandi (Zendaya). La historia es absolutamente contemplativa, nos toma de la mano y nos hipnotiza, nos sumerge en el corazón de la historia con el mismo misterio e intensidad dramática con la que la va viviendo Paul. Sólo después de este viaje estamos listos para entrar a las batallas magistralmente coreografiadas, alejadas de la saña, pero brutalmente devastadoras.
Hay mucho dolor contenido. El destino es un titiritero mordaz que no da tregua a sus protagonistas, los reta constantemente, pero al mismo tiempo les da la oportunidad de cerrar sus ciclos con dignidad, como el arma que le da el doctor Wellington Yue al Duque Leto para enfrentar con dignidad al Barón Vladimir Harkonnen.
Desde el punto de vista psicoanalítico, nos invita a cuestionar la ley del padre, la lealtad, el Edipo de Paul y su madre con quien tiene que aliarse como su compañera-pareja de batalla así como la existencia de los Bene Gesserit quienes irónicamente gobiernan desde las sombras.
Esta es la cuarta vez que Duna llega a la pantalla, la primera en 1984, dirigida por David Lynch; la segunda, en 2000, fue una miniserie televisiva ganadora de dos premios Emmy bajo la dirección de John Harrison. La tercera se quedó en papel, iba a ser dirigida por Alejandro Jodorowsky pero se no pudo filmarla dado sus ambiciones a nivel de producción que fueron absolutamente incosteables, tanto que fue denominada como “la más grande película de ciencia ficción jamás contada.” En su lugar se filmó el documental, Jodorowsky’s Dune que obtuvo 12 preseas internacionales, entre ellos el Premio del Público del Festival de Austin y estuvo nominada a la Cámara de Oro del Festival de Cannes. Actualmente se está filmando una serie creada por Jon Spaihts y se espera que su estreno sea el próximo año.
Hasta el momento Duna lleva cinco nominaciones, entre ellas a la Graffeta de Oro como Mejor Película del Festival de Cannes, pero se espera que sea la ganadora de varios reconocimientos en los Globos de Oro y en la entrega de los Oscares.
Duna es una cinta imprescindible, que necesita verse con los ojos y la mente bien abiertos, sin prejuicios ni comparaciones, para dejarse absorber por la experiencia inmersiva de ese desierto aterrador que permite irónicamente a sus sobrevivientes contactar con su esencia. La cinta se convertirá en la saga épica más importante del cine contemporáneo, esta fue solo la primera parte, la que nos sumergió en el contexto mínimo para comprender la complejidad de sus contenidos y la trascendencia de su mensaje que será concluido en la segunda parte, la cual esperamos con ansias para el 2023, mientras tanto tendremos tiempo de releer la novela.
Duna (EUA, 2021)
Dirige: Denis Villeneuve
Reparto: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac, Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya, Javier Bardem, Sharon Duncan-Brewster, Charlotte Rampling, Chang Chen.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=n9xhJrPXop4
Fotos: Cortesía Warner Brothers